Ahora
que ha comenzado de nuevo la Fórmula
1, he vuelto a observar como ciertos medios de comunicación vuelven a cargar
contra Fernando Alonso, para mi sin causa aparente, y predisponiendo a la
gente, en lo que ahora se llama “creando opinión”, contra él. Ya en los años
anteriores había visto esto, pero es que este año no han esperado a que
comenzaran las carreras y hay estamos dándole leña.
Entiendo
que no va a caer bien a todo el mundo, eso no nos pasa a nadie, pero entiendo
que la profesión periodística debe de ser un reflejo de la realidad y no dar
palos por dar palos. El periodismo actual será motivo de un artículo aparte, lo
prometo.
Entiendo
también que mucha gente puede percibir que no es muy simpático, pero las veces
que lo he visto y oído en radio y televisión, yo no he tenido esa percepción,
para mi, lo veo sencillo, amable y no lo veo que va de figura. Hay otros
corredores, ya que estamos hablando de Formula 1, que se ven más endiosados.
Vamos
a pensar que es una persona que desde niño para empezar a correr en karts, a
nivel profesional, ha tenido que ir tocando muchas, muchas puertas, unas le han
ayudado y otras se le han cerrado. Entiendo que es normal, y si todos nos
ponemos a pensar fríamente y sin perjuicios estaremos de acuerdo, que cuando
has llegado a tu objetivo, correr en Formula 1 en este caso, a los que te han
ayudado les debes estar agradecido y los favorecerás, y a los que te han
cerrado sus puertas, tratarás de, por lo menos, ignorarlos.
Además
ahora, que los deportes además de informar de los resultados, se han convertido
en otra forma de prensa rosa, necesitamos dar palos a alguien, nos da igual,
siempre que no sea de nuestro palo, y nos sirva para vender. Si no responde a
las preguntas, porque no las responde …, si responde con monosílabos, porque es
poco comunicativo … , que estamos hablando de un piloto. Que no es Valdano. Que
su trabajo es conducir a 320 kilometros por hora.
Visto
lo que conozco de Fernando Alonso, es una persona que ha luchado toda su vida
para estar donde está. Alegrémonos de que un compatriota nuestro ya no que esté
en lo más alto del podio, si no que ha conseguido su objetivo en la vida. Y no
dejemos que las envidias y rivalidades de periodistas, nos eclipsen un gran
campeón que tenemos. Ahora más que nunca y con esta crisis encima, necesitamos
alicientes en la vida, la famosa “marca España”, que todos presumen, pero que
por un lado te la doy y por otra de la quito según me vaya en la feria.
Moncho (para los amigos)
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