El Globo ...como todos los años. Pero esa barquilla ya nunca saldrá.

Foto de Cayetana Pena Vidal

Como siempre digo, me hace falta un estímulo para escribir y después de la noche de ayer, en la que por primera vez en mi vida he visto como el Globo de Betanzos no salía hacia el cielo, este estimulo, aunque por primera vez negativo, ha surgido.

Como todos los años, cada 16 de Agosto, los betanceiros tenemos esa cita con nuestro globo. Además los que tenemos el honor de participar en su hinchado tenemos esa “adrenalina” corriendo desde hace días.

Ayer como todos los años, inicio mi ritual. Bajo a Betanzos, empiezo a saludar a mucha gente que solo ves este día, porque viven o trabajan fuera, tratas de ver a las danzas de Marineros, eso no puede faltar, y voy a cenar con mi familia. Pero todo esto, ya pensando en que a las 23:00 horas inicias el camino hacia el Campo. Acompañado, pero solo, confiado pero tenso y pensando en que a ver que no depara el globo este año. Hay mucha gente que durante el año te dice: “es que siempre es lo mismo”. A la gente que está fuera le puede parecer eso, pero los que estamos allí abajo, sabemos que eso no es así. Podríamos hacer un libro con las anécdotas que nos han ocurrido a nosotros y a nuestro globo durante toda nuestra vida lanzándolo.

Pero sigamos nuestro camino. Vamos subiendo Valdoncel, adelantamos mucha gente que no tiene prisa por llegar, pero nosotros tenemos que llegar, nadie nos ha puesto hora, pero sabemos cuándo hay que llegar. Nos despedimos de los que no van a estar “debajo”, serpenteamos por entre la gente, las atracciones y llegamos al “cine”. Allí nos saludamos nuevamente, ya todos nos conocemos, y ya cada uno sabe lo que va a hacer, cuál es su misión. Los que hacen pachuzos, los que manejan las mechas, los que entran en el globo, los que aguantan por alturas…, bueno y los que están por allí paseando.

Como todos los años, nosotros, y con nosotros me refiero a mi familia, somos los encargados de anudar la paja de centeno para hacer los “pachuzos”. Este año había poca… mal presagio. Como todos los años, empezamos pronto, cuando el globo sale, ya hay que tener algunos hechos. Y por fin sale el globo. Como todos los años, ves que aparece para bajar las escaleras del atrio y sabes que el ritual ha empezado. Muchas cámaras de fotos, mucha televisión, muchas bromas y risas a ver quién sale en la tele, pero en el fondo sabes que lo importante empieza al colgar el globo de la torre.

Ayer se notaba un viento sospechoso, ya lo había habido en otros años, pero nunca había pasado nada, ¿porque esta vez iba a pasar algo?. La gente que estamos allí, veíamos que los movimientos no eran normales y en un momento dado … se raja, pero no una raja como las habíamos visto antes, subsanables, no, es una raja grande, no grandísima, de muerte para un globo que a fin de cuentas es de papel. En este momento piensas: Ya no es como todos los años. Pero tienes la esperanza de que puedan arreglarlo. Cuando te mueves un poco para ver como está, ya te das cuenta de que no va a ser posible arreglarlo y lo de “es que siempre es lo mismo” este año no se va a cumplir.

Lo primero sorpresa, estás viviendo una experiencia que hasta ahora, en toda tu vida, no habías experimentado. Después, cuando ves que empiezan a bajarlo y la gente rompe a aplaudir, porque ya se sabe que no hay nada que hacer, desolación, pero todavía sin saber qué hacer. Nos quedamos en el sitio, como esperando que alguien nos dijese, que era lo siguiente en el protocolo, pero para esto no había protocolo, nadie decía nada. Todos, sin excepción, tardamos un tiempo en asimilar que aquello acababa de ocurrir  y ya no existía lo de “como todos los años”.

Cuando ya empiezas a asimilar y dejar de preguntarte, ¿Y ahora qué?, ves que la gente aplaude nuevamente, los bomberos apagan el fuego que quedaba y mucha gente se acerca a coger un trozo de ese globo del 2018, que pasará a la historia de Betanzos como el globo que se hartó del “como todos los años”.

Los que trabajaron en hacerlo, los que ayudaron a echarlo y la gente que está fuera y que vuelven a Betanzos solo para este día, saben del trabajo y esfuerzo que significa el Globo para todos los Betanceiros y la sensación extraña que esta noche hemos vivido, nos ha faltado algo, esa adrenalina cuando sube, esos abrazos entre todos cuando el "trabajo" sale bien, el que los amigos te feliciten por que "como todos los años" ha salido bien el globo, todo eso falta. Además de que ahora con las redes sociales el día de hoy será un día en el que no te van a dejar ni un momento de repetir fotos y videos, que has vivido en primera persona y van surgiendo nuevamente esas sensaciones que ayer has vivido por primera vez.

Los betanceiros sabemos que el 2019 traerá otro globo y aseguramos que pondremos todo el empeño del mundo y más si cabe, en que se vuelva a cumplir el “como todos los años”.

Y como no: 

                      ¿BETANCEIROS QUE QUEREDES? 
                      QUE SUBA O PAN E BAIXE A CAÑA.
                      ¡¡¡¡¡VIVA SAN ROQUIÑO!!!!!  
                      VIVA MIL ANOS VIVA

                                                                                              Moncho… para los amigos.

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