Hoy leyendo la
prensa y después viendo las noticias, he quedado estupefacto al ver que la
Audiencia Provincial de Pontevedra, condena a una madre por el hecho de dar dos
bofetadas a su hijo de 10 años, por no querer ducharse. Así de simple y llano,
no una paliza que lo ha tenido 10 días en el hospital, no una paliza por no
querer hacer algo ilegal, dos bofetadas por no querer ducharse.
Desde mi
premisa de que la violencia no es el camino para la educación, pero desde la
posición de un padre que ha tenido hijos y puede entender el contexto de los
hechos, no entiendo que sea la justicia la que tenga que corregir a una madre,
que en un momento dado ha dado dos bofetadas a un hijo que no quería obedecerla.
Si ya es la justicia, la que tiene que regir de puertas a dentro en cada una de
nuestras casas, entiendo que esta sociedad tiene un problema. Porque si bien es
justo que la justicia sea ciega, esta no puede caer en la insensibilidad de dejar
caer su espada sobre una madre que en una riña con su hijo pequeño le ha dado dos
bofetadas. No estamos hablando de una paliza que lleve al niño al hospital, eso
cambiaría todo el contexto de la “película”.
Además de la
pena de dos meses de prisión, se le aplica una orden de alejamiento de seis (6)
meses. Por lo que además de cometer, a mi entender, una injusticia, va a
desmembrar una familia, porque si esa madre no puede acercarse ya no solo al
niño, si no a su hogar, como va a relacionarse con sus otros hijos y su marido.
Y suponiendo que haya un padre que se haga cargo del niño, porque si no ¿qué
serían los servicios sociales del Concello lo que acogerían al niño? Hemos
desestructurado o incluso destruido una familia entera para tratar de corregir
una conducta que debería de ser corregida por otros medios.
-“Esta reciente sentencia explica que la facultad que asiste a los padres
para poder corregir a sus hijos, en cualquier caso, queda integrada dentro del
conjunto de derechos y obligaciones que surgen de la patria potestad, y solo
puede concebirse orientada al beneficio de los hijos y encaminada a lograr su
formación integral”- Quiero entender, y creo que todos los que
tenemos hijos pensaremos igual, que el hecho de obligarlo a ducharse puede
concebirse como un hecho encaminado a su formación integral. Entendiendo que si
dejamos a nuestros hijos que se duchen cuando quieran podríamos tener otros
tipos de problemas, de higiene.
¿Cómo vamos a
educar ahora a nuestros hijos? Cada vez que no estén de acuerdo con nuestras
órdenes, nos vamos a encontrar con que la amenaza de la espada de la justicia
puede cercenar nuestra autoridad sobre unos hijos a los que estamos tratando de
inculcar una educación que es necesaria y que además los maestros nos están
pidiendo que demos en casa para que el respeto llegue a las aulas. Ese niño la
próxima vez que un profesor le diga algo que no le conviene le amenazará con
denunciarlo, porque si una vez ha salido bien, porque no saldrá más veces.
En mi humilde
opinión estamos tratando de matar moscas a cañonazos. Por dos bofetadas no
podemos destruir una familia. No podemos dejar que un niño de 10 años le pierda
el respeto a su madre, en este caso, porque para reprenderle y seguramente
después de haberlo intentado llevar por las buenas (esto es invento mío) le ha
dado dos bofetadas, que no una paliza que le ha llevado al hospital con algo
roto. Repito, no estamos hablando de esto en este caso.
Siento que
esto no va a gustar a todo el mundo, pero tampoco es mi intención. Todos
tenemos nuestras opiniones y esta es la mía. El ámbito de la educación de
nuestros hijo tiene que ser personal, ni todos los padres somos iguales ni
todos los niños son iguales, por muy hijos de los mismos padres que sean, todos
somos diferentes. Y con un niño puedes razonar y con otro no. A mi entender, los
que tenemos que medir esas situaciones somos los padres, que para eso somos
adultos y tenemos ya un bagaje en la vida. Pero como ya he repetido muchas
veces durante este artículo no llegando al maltrato, ese es otro tema.
Moncho
… para los amigos.
Sin generalizar, porque sería injusto para algunos, a la vista está el resultado de la excesiva flexibilidad en la educación social actual.
ResponderEliminarEs muy valiente plasmar en tu blog lo que muchos pensamos y ya, no sabemos si es más correcto decirlo, callarlo ó llevarlo a cabo.
Felicidades